La tecnología avanza a una velocidad tan vertiginosa que a veces no nos damos cuenta de lo rápido que cambia todo, ¿alguna vez te has parado a pensar qué le pedías a un teléfono móvil hace 6 años? Intenta retroceder al 2006, estás a punto de canjear tus puntos y estás delante del catálogo de tu operadora intentando elegir la mejor opción. Si no consigues recordar las características que te hacían decantarte por un terminal u otro, nosotros te refrescamos la memoria.

Ya sabes que los smartphones actuales cuentan con unas más que decentes cámaras de fotos y vídeo, pantallas táctiles con una enorme sensibilidad y complejos sistemas operativos con multifunción. Pues bien, en el 2006 nos fijábamos basicamente en que tuvieran pantalla en color y que pudieran reproducir politonos, con eso éramos los más felices del mundo, no necesitábamos más.

En aquella época, nadie reparaba en la «importancia» de llevar internet en el móvil, no era un servicio esencial. Ahora, en cambio, nadie puede estar offline ni un minuto, de ahí que una cantidad importante de usuarios disponga de tarifa de datos en su terminal. Y en la actualidad, también se valoran mucho prestaciones como que ofrezca una pantalla de grandes dimensiones y que el diseño sea atractivo.

Con otros electrodomésticos, como los lavavajillas o la lavadoras, no ha ocurrido lo mismo, los usuarios buscan, más o menos, algo similar a lo que se lleva haciendo ya varios años. Merece la pena pararse a pensarlo porque es impresionante lo que ha evolucionado en tan poco tiempo el sector de la telefonía móvil.