Mírame cuando te hablo, ¡y escúchame! (si no es mucho pedir)

Soy usuario de móvil, y no solo lo uso para llamar o enviar mensajes. Cada día uso nuevas aplicaciones que me ayudan en mi vida y relaciones sociales. Ahora bien, me muestro intolerante con aquellos usos desaprensivos de amigos o conocidos que, cuando quedan contigo para tomar un café apenas levantan la cabeza de su smartphone para contestarte con un «sí», un «no» o un simple gesto con el que, seguramente, puedes advertir que no te está escuchando. Siempre me he dicho que para eso mejor quedar solo, tomar el café y contemplar el paisaje o leer tranquilamente.

Mucho menos correcto me parece el uso del móvil por parte de aquellas personas que, en el desarrollo de su profesión, descuidan sus labores para atender a la siempre prioritaria entrada de algún mensaje o llamada. Todos hemos llegado a una ventanilla y hemos visto que la persona que nos tenía que atender estaba usando su móvil, la hemos saludado, pero nos ha hecho esperar, en alguna ocasión algo más que en otra, para atendernos … ¡es increíble!

Aunque aún lo es más cuando la persona en cuestión nos interrumpe o interrumpe el servicio que nos presta para, sencillamente, escribir por el móvil algún mensaje. Por favor, usemos las tecnologías, pero hagámoslo de una forma adecuada o acabaremos .

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *